Noticias de interés (Vol I)
Recopilamos noticias de interés sobre nuestra lengua madre
El poder de la lengua española
Hace unos días el poeta José Manuel
Caballero Bonald recibió el Premio Cervantes, que es el máximo
reconocimiento que se entrega a escritores españoles o hispanoamericanos
cuya obra haya significado un aporte relevante para enriquecer de
manera notable el patrimonio literario en lengua española.
En el histórico Paraninfo de la Universidad de Alcalá, el galardonado
señaló: “El prodigio instrumental del idioma me ha servido para
objetivar mi noción del mundo, y he procurado siempre que esa poética
noción del mundo se corresponda con mi más irrevocable ideario”. El
mismo prodigio instrumental es el que usaron siglos atrás Cervantes y
Juan de la Cruz en España; Bernal Díaz del Castillo y Alonso de Ercilla
entre los que habían llegado al Nuevo Mundo; Alonso de Ovalle y otros
tantos en tierra americana donde habían nacido y aprendido y escrito sus
primeras letras.
Si lo miramos desde una perspectiva más amplia, el tema excede con mucho
la literatura. El español, el idioma castellano, es un instrumento
literario de primera magnitud, pero también es un vehículo privilegiado
para entender el mundo y la historia, para comunicarnos diariamente,
para ampliar nuestras esferas de negocios e intereses, para saber que
las posibilidades de cada país Iberoamericano no se acaban en los
estrechos límites del territorio nacional, sino que tienen una
oportunidad inmensa en esa amplia comunidad de naciones de lengua
española.
Por mencionar un aspecto interesante, hay cerca de quinientos
millones de personas que tienen al español como su lengua materna, en
México, Centroamérica, Sudamérica y en España, pero también numerosas
personas en Brasil y Estados Unidos. Es, además, “la segunda lengua del
mundo por número de hablantes nativos y el segundo idioma de
comunicación internacional”, como explica el Anuario del 2012 del
Instituto Cervantes, la institución que probablemente más hace por la
conservación y difusión del idioma en el mundo. Así lo prueba, por
ejemplo, la interesante ampliación de la lengua española en China, Japón
o la India, países que han comprendido las posibilidades actuales y
futuras del idioma de Cervantes.
Los hispanohablantes, según cada caso e intereses, pueden y deben
aprender inglés —en un mundo que circula en este idioma—, francés,
alemán o la lengua que sea prefieran. Pero también deben tener la
capacidad y generosidad de compartir su idioma con el resto del mundo,
procurar que personas de distintas nacionalidades y otras lenguas
maternas puedan acceder al español, disfrutar su belleza y poder
conversar con las palabras y giros de nuestro idioma.
No se trata, en modo alguno, de caer en un fanatismo lingüístico o de
privilegiar la cultura de habla castellana sobre otras que han aportado
grandes luces a la historia del mundo. Tampoco de caer en la soberbia o
tener ínfulas de superioridad. Leer y conocer autores hispanoamericanos
es una parte del camino de formación intelectual y gozo humanista que
también incluye a las grandes luces de la cultura universal, como Victor
Hugo y Proust, Dostoievski y Tolstoi, Milosz y Márai, Faulkner y
Kipling, Tagore, Thomas Mann, Pamuk y tantos otros cuya creatividad y
riqueza podemos disfrutar con apertura y auténtico deleite.
Pero lo que nos lleva a valorar la belleza de los clásicos de todos
los tiempos y de las otras lenguas en la literatura, también nos conduce
a admirar a los autores que han hecho grande nuestra lengua y que han
obtenido reconocimientos tan relevantes como el Premio Nobel de
Literatura: los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, el mexicano
Octavio Paz, el colombiano Gabriel García Márquez, el guatemalteco
Miguel Ángel Asturias y el peruano Mario Vargas Llosa. Ellos, junto a la
pléyade de españoles —Vicente Aleixandre, Jacinto Benavente, Camilo
José Cela, José de Echegaray y Juan Ramón Jiménez— han puesto las letras
castellanas en su más alto nivel. También hay quienes, sin haber
recibido este galardón, han inscrito sus nombres para siempre en la
constelación de autores castellanos universales, como Jorge Luis Borges,
Vicente Huidobro y tantos otros.
La lengua española, presente hoy en diversos lugares del mundo, debe
evitar caer en una soberbia vacua o en la autosuficiencia que rechaza
otras expresiones culturales o se niega a acceder a otros idiomas. Por
supuesto, también tiene que oponerse al complejo de inferioridad que
supone que todo lo mejor lo hicieron o lo hacen otros, sin valorar lo
propio como corresponde.
Una actitud adecuada debe llevar a los hispanohablantes de todo el
mundo a llevar su lengua con legítimo orgullo, porque ella ha sido
durante siglos fuente de sabiduría y de belleza, medio de enseñanza y de
gozo intelectual, vínculo de unión a través de distintos continentes,
expresión de unidad en medio de la diversidad de un mundo, que tiene en
el castellano una de sus mayores glorias de todos los tiempos.
El poder de la lengua española reside en su historia de logros y
aportes a la cultura universal, en su presente a lo largo y ancho del
mundo, y en la certeza de un futuro con enormes posibilidades para la
literatura y el comercio, la educación y la ciencia, las comunicaciones y
el deporte. Un poder para seguir sirviendo a la humanidad.
Fuente: http://www.elimparcial.es/nacional/el-poder-de-la-lengua-espanola-122240.html
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