martes, 14 de mayo de 2013

Noticias de interés (Vol I)

Recopilamos noticias de interés sobre nuestra lengua madre

El poder de la lengua española

 Hace unos días el poeta José Manuel Caballero Bonald recibió el Premio Cervantes, que es el máximo reconocimiento que se entrega a escritores españoles o hispanoamericanos cuya obra haya significado un aporte relevante para enriquecer de manera notable el patrimonio literario en lengua española.
En el histórico Paraninfo de la Universidad de Alcalá, el galardonado señaló: “El prodigio instrumental del idioma me ha servido para objetivar mi noción del mundo, y he procurado siempre que esa poética noción del mundo se corresponda con mi más irrevocable ideario”. El mismo prodigio instrumental es el que usaron siglos atrás Cervantes y Juan de la Cruz en España; Bernal Díaz del Castillo y Alonso de Ercilla entre los que habían llegado al Nuevo Mundo; Alonso de Ovalle y otros tantos en tierra americana donde habían nacido y aprendido y escrito sus primeras letras.
Si lo miramos desde una perspectiva más amplia, el tema excede con mucho la literatura. El español, el idioma castellano, es un instrumento literario de primera magnitud, pero también es un vehículo privilegiado para entender el mundo y la historia, para comunicarnos diariamente, para ampliar nuestras esferas de negocios e intereses, para saber que las posibilidades de cada país Iberoamericano no se acaban en los estrechos límites del territorio nacional, sino que tienen una oportunidad inmensa en esa amplia comunidad de naciones de lengua española.

Por mencionar un aspecto interesante, hay cerca de quinientos millones de personas que tienen al español como su lengua materna, en México, Centroamérica, Sudamérica y en España, pero también numerosas personas en Brasil y Estados Unidos. Es, además, “la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos y el segundo idioma de comunicación internacional”, como explica el Anuario del 2012 del Instituto Cervantes, la institución que probablemente más hace por la conservación y difusión del idioma en el mundo. Así lo prueba, por ejemplo, la interesante ampliación de la lengua española en China, Japón o la India, países que han comprendido las posibilidades actuales y futuras del idioma de Cervantes.
Los hispanohablantes, según cada caso e intereses, pueden y deben aprender inglés —en un mundo que circula en este idioma—, francés, alemán o la lengua que sea prefieran. Pero también deben tener la capacidad y generosidad de compartir su idioma con el resto del mundo, procurar que personas de distintas nacionalidades y otras lenguas maternas puedan acceder al español, disfrutar su belleza y poder conversar con las palabras y giros de nuestro idioma.

No se trata, en modo alguno, de caer en un fanatismo lingüístico o de privilegiar la cultura de habla castellana sobre otras que han aportado grandes luces a la historia del mundo. Tampoco de caer en la soberbia o tener ínfulas de superioridad. Leer y conocer autores hispanoamericanos es una parte del camino de formación intelectual y gozo humanista que también incluye a las grandes luces de la cultura universal, como Victor Hugo y Proust, Dostoievski y Tolstoi, Milosz y Márai, Faulkner y Kipling, Tagore, Thomas Mann, Pamuk y tantos otros cuya creatividad y riqueza podemos disfrutar con apertura y auténtico deleite.
Pero lo que nos lleva a valorar la belleza de los clásicos de todos los tiempos y de las otras lenguas en la literatura, también nos conduce a admirar a los autores que han hecho grande nuestra lengua y que han obtenido reconocimientos tan relevantes como el Premio Nobel de Literatura: los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda, el mexicano Octavio Paz, el colombiano Gabriel García Márquez, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias y el peruano Mario Vargas Llosa. Ellos, junto a la pléyade de españoles —Vicente Aleixandre, Jacinto Benavente, Camilo José Cela, José de Echegaray y Juan Ramón Jiménez— han puesto las letras castellanas en su más alto nivel. También hay quienes, sin haber recibido este galardón, han inscrito sus nombres para siempre en la constelación de autores castellanos universales, como Jorge Luis Borges, Vicente Huidobro y tantos otros.
La lengua española, presente hoy en diversos lugares del mundo, debe evitar caer en una soberbia vacua o en la autosuficiencia que rechaza otras expresiones culturales o se niega a acceder a otros idiomas. Por supuesto, también tiene que oponerse al complejo de inferioridad que supone que todo lo mejor lo hicieron o lo hacen otros, sin valorar lo propio como corresponde.

Una actitud adecuada debe llevar a los hispanohablantes de todo el mundo a llevar su lengua con legítimo orgullo, porque ella ha sido durante siglos fuente de sabiduría y de belleza, medio de enseñanza y de gozo intelectual, vínculo de unión a través de distintos continentes, expresión de unidad en medio de la diversidad de un mundo, que tiene en el castellano una de sus mayores glorias de todos los tiempos.
El poder de la lengua española reside en su historia de logros y aportes a la cultura universal, en su presente a lo largo y ancho del mundo, y en la certeza de un futuro con enormes posibilidades para la literatura y el comercio, la educación y la ciencia, las comunicaciones y el deporte. Un poder para seguir sirviendo a la humanidad.

Fuente: http://www.elimparcial.es/nacional/el-poder-de-la-lengua-espanola-122240.html

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